dentro del cristal de un vaso,
dubitativo meneas tus frases..
las historias suelen ser inesperadas...
inesperadas como tú
y tus despertares..
me dejas en la mesa
un vaso medio lleno...
siempre a medias...y yo rezongó
hago pleitos que terminan,
libres y sin huellas..
deja los estigmas para los santos
para los que reciben visitas celestiales..
nosotros somos carne...vibraciones continuas
a veces se nos enferma la voz
y se nos entristece el pensamiento...
o aullamos con la luna...
desgarrándonos la ropa
somos bestias voraces, hambrientas
y solitarias.
al acecho de todo y de nada..
para no desvariar
no puedo caminar contigo- no logro alcanzarte-...
abstracto trato de colorearte,
eres mi cuadernillo
anoto tus ayeres...
con fineza,
en un diario empastado de gloria
vas quedando preso
preso de mis notas...de mis cuentos
y ahora... en mi poemas..
Todos los días mueres en nosotros
en cada corazón
hay una cripta que te resguarda
ahí permaneces durante los sueños..
después a la luz...¡oh, sacrílego!
¡condenado chilpayate..!
cómo haces para estar así
como un crío de 12
Te miro desde mi altura y me sonríes..
tienes en ti a todos los hijos
y a todos los nietos...
anidas en los ojos la sonrisa de tu madre
y la ternura de tu hermano..
y mi cuadernillo es el tuyo
¡vaya.!¿qué he descubierto?
que no te escribo de nada
que todo tú, ya estás escrito...
memoramas de mis letras
pulidas y almendradas...
siéntate a mi lado...
y háblame de tus cosas
del abuelo que se fue
pero acampa en la laguna de tu mente
donde hace hogueras para sentir
a solas, la oscuridad de la noche...
si un día logras encuadernar a tu padre
ponlo en mi buro para leerlo por las noches.
Condenado..de nuevo
sobre la mesa...el vaso
destella en la habitación de mis ojos
me llama y me invita..
y yo voy a ti
como si fueses el agua de mi vaso
Rocio avitia
enero 2010