martes

-suspiros, belarmino

cuenta una vieja historia
que los suspiros tenían vida,
que de cuando en cuando..
salía a la vista...que era cierto
los oídos los veían...

que hacían caminos entre los dientes
pero delicados no podía brotar
los labios eran su prisión, en ellos
encontraban la muerte.

y cuenta la vieja historia..
que se juntaron todos los suspiros
amenazaron rebelarse...
se hicieron uno solo,
como una bola suave de algodón
al principio era muy pequeña
pero con los días creció severamente
clavados en el pecho, dolían ligeramente

entonces se abría la boca y lanzaba un aspiro
desbarataba la bola..y ya no dolía.
Pero poco a poco la bola dejo de ser suave
se volvió más consistente..
llego un punto, que parecía una roca
una piedra enorme raspando
doliéndose el cuerpo...desde el vientre,
no había aspiros que mermara,
la sensación era creciente...

y entonces dolía tanto...tanto
que ya no sabía donde mas dolerle...
y como el aspiro no era ya suficiente...
el cuerpo en rebeló...
lanzaba unos fríos y largos arroyos ...
quería ver si entre tanta agua
esa bola se hacia pedazos
y se salía por los ojos.
pero a mas agua, la bola con mas fuerza se inventaba,
con mas furia y era mas mala...
parecía que finalmente
atrapada en ese roca,
sin tener opción a nada,
el alma se moría...

cuenta la vieja historia
que creció tanto la roca
que el pecho no pudo darle mas cabida
explotó el cuerpo en mil pedazos...
y entre la piel y la sangre,
solo se veía brillar
pedazos de esa roca...
eran diamantes...frios diamantes
y brillando dentro de ellos,
pedacitos de suspiros y de lágrimas.


cuenta la vieja historia...
que desde ese momento
ninguna boca evitó , dejar salir al frente
los suspiros...temerosas de que
como aquella roca...dentro de ellos
también duela y raspe.. doliendo desde el vientre.
y luego explote,..sin tener mas oportunidad,
de saborear la vida.
y los suspiros lanzados al viento
hacen historias de dolor y desespero...
pero al menos ya no se quedan
quejándose dentro del cuerpo...

Por eso Belarmino...que bueno es
que de cuando en cuando...pongas en letras
esos suspiros que amenazan ,
dentro de tu cuerpo, con romperse..
que bueno que pones esa luz y esos diamantes
frente a los ojos...
la gente quiere y los siente...
son los suspiros de un alma
que no se vence ni se muere.

abril 2010