en el reflejo no hace falta
que de pronto pintes lágrimas blancas.
y la sonrisa que se hace pequeña-..
encogida en un beso
con ojos saltones,
como dos ópalos sin ser verdes...
arden de fuego...
ese fuego que viene del centro de la tierra
hay payasitos que tiene vestidos lustrosos
que de tanto brillo encandilan...
Ven Jorge, toma mi mano...
que tibiecita..tus dedos son como garfios..
se me entierran temerosos de salirse...
caminemos...vamos a la orilla...
del otro lado del catre pasa el arroyuelo
ahi descansaremos los pies
y lavaremos...de blanco y rojo el rostro prieto..
me sonries...eres un niño
uno de tantos y tantos años...
uno que dice no y a la vuelta de la esquina
ya dijo si...pero antes se tira de berrinches
pidiendo golosinas..
Ay, belarmino...quién te entiende...quién
me estoy durmiendo en el mantel de tu mesa
primero repose mis brazos
y sobre mis brazos la cabeza..
en la habitación tu tecleas y tecleas...
y el sonido del tecleo...me hace sentir pesada
quiero dormir...y si se puede, para siempre..
que amarillos son mis sueños...
y ahi esta el principio con su capa roja en un lado
echa jirones..dice que le mordió un perro.
payazuelos brincando de un lado al otro
y vamos con él...
