sobre un árbol inclinado pone su sueño,
se despierta en el espejo y se reprime
luego se deja y lo conducen...
entre el dolor y la queja...
está aquella playa
donde sumerge sus piernas..
Que espera de él, la reina..
solo el solaz que da tus cálidas letras.
Ella abre sus piernas y se amarra...
y Belarmino se deja...
se siente renacido..
se mueve y se enamora..
Está perdido en aquella lejana playa
recargando sus sueños en ese arbol
al lado suyo esta ELLA
le abraza , le susurra
juntos ven pasar estrellas...
y el día que se hace nada..
absolutamente nada.
Rocio avitia
marzo 2010
