viernes

-suavidad

abril resultó lluvioso...
tenue se moja la tierra,
se levanta al viento
con su aroma...
y yo pienso que ya son
como todas las tardes
sonando en el reloj, las seis.
y que sonoras suenas las seis..
seis horas después del mediodía
seis horas, solo seis.
y mis letras se amarran
resisten, se amparan...
pido clemencia de mis dedos...
pero ellos se amparan también..
venir a contar en cada tarde
se ha vuelto una penitencia...
mis palabras están apagadas,
no quieren hablar de Usted,
ni de sus niños.. ni de sus recuerdos,
no quieren plasmarte en el rincón
llorando a mares...
en una soledad que has elegido...
y me quedo sorprendida
con este sentimiento atorado...
que pensé...no debí pensar bien...

abril 2010